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Miércoles de ceniza, iniciamos una cuaresma de caridad.

Cuaresma es tiempo para amar, tiempo para ayudar, tiempo para volver a Dios  en los detalles con los hermanos necesitados.

Dios se deja ver en detalles, no hay peor ciego que el que no quiere ver (Mc.8,11-13)

Los signos de amor que Jesús realiza  no bastan para convencer a un obstinado corazón.

Jesús sana nuestras lepras, nadie se sana solo (Mc. 1, 40-45)

Busquemos a Jesús.  Jesús no tiene miedo de nuestro pecado, Él nos ayuda a sanar.

Con tu poco y mi poco Dios hace mucho (Mc. 8, 1-10)

Jesús multiplica lo poco o mucho que damos,  cuando lo hacemos de corazón. ¡Comparte!  

Effetá, ábrete al proyecto de Dios. (Mc. 7, 31-37)

Effetá, ábrete al misterio de la caridad, Escucha el clamor de los hermanos.   No nos hagamos sordos a la voz del Señor.

Jornada Mundial por el Enfermo. Hay que cuidar a los que amamos (Mc. 7, 24-30)

Cuidarnos para cuidar a los que amamos.

La maldad mancha, Dios limpia y renueva nuestra vida (Mc. 7,14-23)

¿Cómo esta tu corazón? Lo que mancha el corazón son las intenciones malas. Dios nos limpia con su amor.

Dios en nuestro corazón, no sólo en nuestros labios (Mc. 7, 1-13)

Cuantos tocaban a Jesús quedaban curados (Mc. 6,53-56)

Hay que reconocer que tenemos necesidad de Jesús.  Qué Jesús toque nuestra vida. 

"Todos te andan buscando" (Mc. 1,29-39)

Oremos unos por otros. Predicar el Reino es amar y ayudar.