El amor nos hace reconocer a Jesús. La Iglesia necesita la dirección de Jesús y el trabajo en equipo de todos. En Jesús el banquete esta servido. En Jesús nuestro esfuerzo es valorado.
Las llagas del Resucitado nos comprometen a Ayudar y Amar. Que las llagas de tus manos extiendan las mías hacer el bien. Que las llagas de tus pies guíen los míos.
“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”. ¿Dónde esta Dios en tu vida, en tu familia, en tu comunidad? Busquemos a Dios y dejémonos encontrar por Él.