El amor nos hace reconocer a Jesús. La Iglesia necesita la dirección de Jesús y el trabajo en equipo de todos. En Jesús el banquete esta servido. En Jesús nuestro esfuerzo es valorado.
Las llagas del Resucitado nos comprometen a Ayudar y Amar. Que las llagas de tus manos extiendan las mías hacer el bien. Que las llagas de tus pies guíen los míos.