Manos inocentes y un corazón puro. Sal. 24,4 Lavarse las manos, cuidar el corazón. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor? los que aman, los que ayudan, los que cuidan.
No te canses de intentarlo, el cielo se abre cuando amamos. Que seamos capaces de ayudarnos, no de estorbarnos. No compliquemos el que otros se encuentren con Dios.
Ser Eucaristía también fuera del templo. Honrar a Cristo en los pobres (S. Juan Crisóstomo). Aún en medio de dificultades "yo y mi familia serviremos al Señor" (Josué 24,15)
Con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas AMA, ayuda, confía. A donde tú vayas, yo iré; donde tú vivas, yo viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.