Cimentemos de nuevo, ahora con Dios: orar, amar, ayudar. Cuidar lo bueno que hay en nosotros, quitar lo malo. Cimientos nuevos, cimientos fuertes; caridad.
Lo ordinario es responder a la violencia con violencia, lo extraordinario... rompe los esquemas. Cuando Amamos, hacemos de lo ordinario, algo extraordinario.
Digan a los desanimados, ¡Ánimo! consuelen a mi pueblo dice el Señor. Escuchemos a Dios, y para eso muchas veces será necesario afinar el oído, callar la boca y abrir siempre el corazón.